La presidenta suiza del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric Egger, teme una crisis incontrolable en Oriente Medio.
«Una nueva expansión de las operaciones militares conlleva el riesgo de desencadenar una crisis que el mundo no puede controlar», afirmó al periódico Tages-Anzeiger, citada por la agencia de noticias suiza swissinfo.ch.

No hay palabras para describir la situación en Gaza. «Gaza es un fracaso de la humanidad, más allá de todo lo que sería legal y moralmente aceptable». Desde su última visita a la Franja de Gaza en enero, la situación ha empeorado.
Cuando se le preguntó si el gobierno suizo estaba haciendo lo suficiente, la presidenta del CICR respondió: «Nadie puede poner excusas. Todos los Estados han ratificado la Convención de Ginebra».
«Insto a todos los Estados a utilizar plenamente su poder político y económico para desescalar la situación en Gaza».
Cuando se le preguntó sobre las consecuencias de la aparición de nuevos actores en la ayuda humanitaria, en sustitución de la agencia de la ONU UNRWA, Spoljaric Egger respondió: «En el CICR proporcionamos ayuda humanitaria según criterios claramente definidos: independiente, imparcial, neutral y orientada a las necesidades».
La Cruz Roja no hace distinciones cuando alguien ingresa en un hospital. «Lo que estamos viviendo en Gaza es una instrumentalización de la ayuda humanitaria a través de todos los canales posibles, utilizando todos los medios posibles, por todas las partes implicadas. No se puede tolerar».
La presión sobre la ayuda humanitaria no sólo aumenta en Washington, sino también en Suiza. Como contribuyente, Spoljaric Egger puede entenderlo. Sin embargo, sólo hay una forma de reducir estos costes: hay que aumentar la presión para que los esfuerzos de paz sean eficaces. «Si reducimos el número de conflictos, reducimos los costes humanitarios».